Propiedades acondicionantes, protectoras, nutritivas, lenitivas y antitóxicas y ayuda a atenuar las manchas de la piel.

Repara el colágeno y es indicado para problemas cutáneos, reumatismo, hemorroides, picaduras de insectos, etc.

Pero lo que más ha contribuido a su reconocimiento, es su fama como reafirmante y tonificante del PECHO femenino, que fortalece y embelleze.

Es rico en principios activos, carbohidratos, proteínas, flavonoides, taninos, fitoesteroles, mucílagos, vitaminas A, C, E, saponósidos, etc.

Los saponósidos esteroideos actúan como antioxidantes, neutralizando los radicales libres y luchando contra el envejecimiento. Los flavonoides producen un efecto vasoprotector y venotónico que contribuye a la mejora del aspecto de la piel, mejorando la firmeza y la elasticidad.

La incorporación del aceite de Baobab rico en vitaminas A,B,C,D,F y E con la Kigelia Africana crea un ungüento extraordinario y un auténtico bálsamo para la piel.

Su perfume al voluptuoso Ylan Ylang con su fama sensual, afrodisiaca y relajante, lo convierte en imprescindible  en la vida de las mujeres.

 El nombre Kigelia, proviene de Mozambique, sin embargo este mismo árbol tiene más de 400 nombres vernaculares por diferentes países africanos como Senegal, Tanzania, Mozambique, Kenia o Sudáfrica.

Es un árbol de tamaño mediano realmente peculiar debido a sus frutos marrones en forma de salchichas alargadas que cuelgan de las ramas y por lo cual en algunas regiones también se le suele llamar “árbol salchicha”.

La Kigelia Africana es parte integrante de la farmacopea tradicional africana, y se ha ido utilizando durante siglos tanto a nivel medicinal como cosmético por las poblaciones locales.

El extracto de Kigelia Africana se obtiene de la maceración de la pulpa del fruto en un aceite vegetal (oliva) durante varias semanas.

Por esa razón, las mujeres jóvenes africanas utilizan la pulpa del fruto maduro para realizar fricciones sobre los pechos que estimulen su desarrollo.