Manteca de Karité con aceite de Argán. BIO. OMAMORI
La manteca de karité tiene propiedades reparadoras, protectoras, cicatrizantes, suavizantes, antiinflamatorias, regeneradoras y reafirmantes.
Para el cuidado de la cara, puede utilizarse cada día como crema hidratante y antiarrugas.
También para el cuerpo, para masaje y para dolores articulares y musculares.
De la selva africana nos llega la manteca de Karité.
Originario de África occidental el árbol de Karité es un bien estimado y sagrado para las poblaciones de Senegal, Mali, Burkina Faso, etc…
La pulpa de sus frutos ha alimentado durante siglos a las poblaciones locales y su manteca extraída artesanalmente por presión mecánica ha ayudado a enriquecer sus dietas.
Esta manteca de color blanco marfil, muy rica en activos hidratantes, en vitaminas A, F y D, fitoesteroles y ácidos grasos la han convertido en un verdadero bálsamo para proteger y reparar la piel y el cabello de las inclemencias del sol africano y para ayudar contra los problemas de deshidratación.
Muy recomendada como mascarilla para el cabello seco y castigado, le aporta hidratación, brillo y lustro, refuerza las raíces y las puntas del cabello.
En definitiva el karité es ideal como protector , para luchar contra las agresiones y prevenir el envejecimiento de la piel