En este artículo vamos a ver que es la exfoliación, lo importante que es incluirla en el cuidado de la piel y cómo debemos realizarla.
Lo primero que tenemos que saber que es un exfoliante:
Es un producto que retira las células muertas que se van acumulando en la superficie de la piel del día a día, la piel hace una renovación celular, pero a veces no es capaz de eliminar todos los deshechos por eso hay que ayudarla.
El exfoliante lo podemos encontrar también con el nombre de scrub , peeling o gomage, en función también de las texturas que presenten.
¿PERO PORQUÉ ES TAN IMPORTANTE QUE NOS HAGAMOS EXFOLIACIONES?
Las células muertas deben caer completamente si queremos tener una piel visiblemente fresca y con un tono uniforme.
Nuestra piel se renueva de forma natural cada 28 días aproximadamente y reemplaza las células muertas por las nuevas en perfecto estado.
Pero con el paso del tiempo y en épocas de estrés o cansancio esta renovación tarda más por lo que pueden aparecer signos de sequedad y poca oxigenación, creando un aspecto de piel apagada y marchita.
Si exfoliamos la piel evitamos que se taponen los poros y favorecemos una renovación efectiva de las células que además permita que se puedan absorber bien los nutrientes de nuestros tratamientos: hidratantes, serums..... y así podemos sacarles mayor rendimiento, porque al favorecer que la piel los absorba los resultados que obtendremos serán mayores.
¿ SABES DESDE CUANDO SE REALIZAN EXFOLIACIONES EN LA HISTORIA?
Este cuidado no es algo nuevo para nada, los antiguos egipcios hacían una pasta de arcillas con aceites naturales con las que se realizaban limpiezas profundas y que eran prescritas por médicos para cuidar la piel.
¿ CÓMO REALIZAR LA EXFOLIACIÓN Y CADA CUANTO TIEMPO ES RECOMENDABLE?
Con la piel limpia iremos haciendo círculos con una pequeña cantidad de producto en forma ascendente masajeando desde el cuello hasta la frente. Las partículas sobrantes las retiraremos con una muselina o toalla y agua tibia, en este momento podemos poner una mascarilla específica para nuestra piel o nuestra hidratante.
La frecuencia que lo usaremos varía en función de cada tipo de piel:
En una piel seca una vez por semana en la que es ideal el exfoliante de uva y oliva, porque aparte de exfoliar, dejará nutrientes por contener ácidos grasos esenciales a la vez que ayudará en los cutis sensibles.
En una piel sensible cada diez días, pero si es fina y sensible cada quince.
En pieles grasas o mixtas comenzaremos una vez por semana , en este tipo de piel el exfoliante de coco y lima funciona regulando las glándulas sebáceas. Una vez controlados los excesos de brillos, se pasará a exfoliar la piel cada diez o quince días.
¡¡INCLUIR LA EXFOLIACIÓN EN LA RUTINA DE CUIDADOS ADEMÁS HACE QUE LA PIEL LUZCA SANA!!
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